Pensar este tiempo

En un mundo cuyas fronteras, no sólo geográficas, se han desdibujado, esbozar una cartografía de este tiempo ?esto es, pensar sus fluctuantes coordenadas espaciales y temporales? supone una empresa sin duda estimulante. Los deslizamientos transdisciplinarios han encontrado hace tiempo en los estudios culturales un ámbito propicio de reflexión y si bien éstos operan como trasfondo de varios de los artículos aquí reunidos, no constituyen sin embargo la línea dominante. En los autores convocados por Leonor Arfuch ?en su mayoría del medio académico británico, algunos de ellos ya conocidos en nuestro ámbito y otros a quienes tenemos el gusto de dar a conocer en nuestra lengua? se observa un horizonte común de inquietudes y problemáticas, así como una saludable diversidad de puntos de vista. Interesante transversalidad disciplinaria, que articula filosofía y teoría política (Laclau, Lash, Mouffe), geografía cultural y teoría poscolonial (Massey, Vergès), estudios culturales y sociología (Morley, A. Aksoy y K. Robins) semiótica de la cultura, literatura comparada y filosofía del lenguaje (Arfuch, Rowe, Riley). El concepto de espacialidad y sus significantes asociados ?lugar, territorio, nación, comunidad, tierra natal, casa, hogar? ligado al devenir, a los tránsitos y las migraciones contemporáneas, constituye uno de los ejes del libro, que apunta a redefinir la noción de público y privado, las ideas de pertenencia, ajenidad, otredad, y su profundo involucramiento afectivo. La dimensión de los afectos es el otro eje que recorre los capítulos: experiencias, investiduras, pasiones y vivencias son objeto de atención, tanto respecto de la política como de la biografía y la vida cotidiana. Finalmente, la dimensión de lo político, en su más amplia acepción, es también capital. No sólo está presente en el conjunto de las temáticas aludidas sino que se plasma además en el análisis minucioso de ciertas categorías definitorias del capitalismo contemporáneo y las actuales democracias.