Marco Estratégico de las Naciones Unidas Contra el Terrorismo

La denominada "guerra contra el terrorismo internacional" se ha convertido en una metáfora que sirve para identificar la militarización que ha sido articulada por una coalición que se conforma por los países más influyentes en el mundo y que, paradójicamente, se proclaman evolucionados en materia de derechos y de libertades públicas. En este contexto, uno de tantos problemas radica en que esa militarización ha llegado a tal extremo que nociones como la de Derecho penal del enemigo ya no alcanzan para describir sus graves consecuencias, las cuales, como mínimo, se traducen en muertes en masa y en la eternización de la tortura en cárceles clandestinas. De este modo, la ocupación militar y la estrategia de la guerra, que no conoce de culpables o inocentes y que tampoco distingue a las personas al momento del ataque, vienen acompañadas de una cascada de detenciones sobre personas que, en el mejor de los casos, son sometidas a procesos parciales y despojados de las más elementales garantías. Así, ya sabemos que la expresión política de "lucha contra el terrorismo internacional" no debe interpretarse sino como un mensaje que anuncia que el Derecho internacional y los derechos fundamentales serán vulnerados.