Geografía de Europa

Entre la diversidad de significados de la palabra Europa hoy destacan dos de sus acepciones, por su actualidad y fortaleza: el concepto geográfico y el concepto político. Este último debe su fuerza al papel decisivo que desempeña el Estado en la configuración y articulación del territorio y en el gran dinamismo que en los últimos años ha adquirido el proyecto (o proyectos) de construcción "política" de Europa. En realidad, se puede afirmar que la palabra Europa está sufriendo un cambio semántico de primera magnitud: se está desplazando del pasado hacia el futuro y de la geografía hacia la política. En cuanto al primer concepto, la ciencia contemporánea define y reafirma a Europa como concepto geográfico fundamentado en su condición de continente, pero también- o sobre todo- por la condición de su "contenido", entendiendo el territorio europeo no sólo como una realidad física (uno de los continentes), sino como una realidad social. La fortaleza del concepto geográfico de Europa se fundamenta tanto en la importancia formativa que tiene la Geografía como en el nivel de aceptación y consolidación que ha adquirido dicho concepto a través de su uso generalizado, operativo y cultural, en distintos ámbitos de la sociedad; una sociedad en mutación y en que las variables espacio y tiempo adquieren nuevos significados. El siglo XX ha conocido grandes cambio, y en lo que más afecta al contenido y contexto de esta obra cabe destacar el proceso de descolonización y de repliegue de Europa en el mundo, el surgimiento de nuevas potencias económicas, políticas, militares y culturales y la relativa decadencia de Europa, así como la pérdida de protagonismo en múltiples ámbitos. Es obligada la referencia, además, a los episodios bélicos, destacando el papel de Europa como escenario principal de las dos guerras "mundiales"; la bipolarización, durante décadas, del continente europeo, formalizándose e institucionalizándose la diferencia entre le Occidente europeo y el Oriente europeo, formalizándose e institucionalizándose la diferencia ente el Occidente europeo y el Oriente europeo. Y en la última década Europea, y ha dado paso a un nuevo escenario con grandes interrogantes aún por resolver y, finalmente, la globalización de la economía, la revolución de las telecomunicaciones y el advenimiento de la sociedad de consumo y del conocimiento, sociedad global o informacional. La finalidad de esta obra se sintetiza en describir y, en lo posible, explicar Europa como espacio geográfico; aunando la escala continental, referida al conjunto de Europa, y el enfoque integral, que en este caso le confiere al análisis geográfico regional. La concreción de esta finalidad permite señalara tres objetivos: a) describir y explicar los componentes del territorio europeo, particularmente su estructura espacial; b) detectar e interpretar la naturaleza e intensidad de sus relaciones e interdependencia, y c) diferenciar áreas (diferenciación regional a escala intraeuropea), como resultado de la identificación de conjuntos espaciales (económicos, políticos, deportivos..). Este último objetivo es abordado a través de la constatación de la diversidad regional, el análisis de los desequilibrios y desigualdades y del análisis constatación de la diversidad regional, el análisis de los desequilibrios y desigualdades y del análisis monográfico de dos grandes unidades geopolíticas, Rusia y Unión Europea. Para conseguir los objetivos señalados se han tenido en cuenta tanto los cambios que caracterizan las estructuras territoriales del continente europeo como la rápida evolución que ha vivido la ciencia geográfica, en la que se observa una reducción de su enfoque descriptivo a favor de una perspectiva más integrada del espacio.